Los indicadores objetivos de bienestar basados en los ingresos pueden no tener en cuenta importantes factores socioeconómicos que podrían afectar al nivel de bienestar de un hogar. Esto ha llevado al desarrollo de medidas subjetivas de bienestar, basadas en las autoevaluaciones de los encuestados sobre su bienestar. En este artículo, se derivan líneas de pobreza subjetivas para siete países latinoamericanos (Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Paraguay, Perú y Uruguay) basadas en una pregunta de Ingreso Mínimo incluida en las encuestas de gasto de los hogares. A partir de ello, se compara la incidencia de la pobreza bajo el enfoque subjetivo y objetivo encontrando que la pobreza subjetiva es mayor que la pobreza objetiva para todos los países. Las personas identificadas como pobres son generalmente pobres según ambas medidas o sólo pobres subjetivos, aunque los patrones de superposición difieren entre países. De este modo, ser pobre de ingresos no coincide totalmente con sentirse pobre. Se exploran los factores asociados a considerarse pobre -es decir, ser pobre subjetivo- cuando el ingreso per cápita del hogar es superior al umbral de pobreza absoluta. En términos generales, el desempleo y la informalidad se asocian a una mayor probabilidad de pobreza subjetiva. Otros factores que no tienen que ver directamente con los ingresos pero que reflejan una elevada seguridad económica, como tener seguro médico, ser propietario de una vivienda, la calidad de la vivienda y un índice de activos, también tienden a reducir la probabilidad de sentirse pobre. Por último, no se identifican efectos de estigma de la asistencia social, al menos en lo que se refiere a la pobreza subjetiva.
Palabras clave: líneas de pobreza, pobreza subjetiva, América Latina