El objetivo de este artículo es examinar la influencia de las condiciones geográficas en la distribución territorial de la producción agropecuaria de Uruguay en el largo plazo. El análisis abarca diecisiete referencias temporales (1870, 1884, 1890, 1900, 1908, 1916, 1924, 1937, 1943, 1951, 1956, 1966, 1970, 1980, 1990, 2000 y 2008), considerando el posible poder explicativo de los factores estrechamente relacionados con las características geográficas "puras" (dotación de tierras, clima y ubicación en el territorio de los departamentos) en contraste con las causas de segunda naturaleza (economías de aglomeración, infraestructura y transporte). Para ello, se utiliza una base de datos que incluye el valor agregado agropecuario a nivel departamental y un conjunto de variables posiblemente relacionadas con la localización de la producción. Se prueban las hipótesis mediante análisis de datos de panel y descomposición de R² a través de un método de importancia relativa, estimando la contribución de cada variable explicativa al ajuste del modelo. Los resultados muestran que los factores de primera y segunda naturaleza compiten en la explicación de la desigual distribución territorial de la producción agropecuaria y que sus efectos han cambiado a lo largo del tiempo. Durante el siglo XX, los factores de segunda naturaleza adquirieron mayor importancia a medida que el cambio tecnológico favoreció el auge de actividades intensivas (particularmente la industria lechera y los cultivos industriales). Además, se encuentra evidencia del creciente papel de los grandes mercados (ciudades del litoral uruguayo, sur del país, Montevideo y las principales regiones fronterizas de los países vecinos, como Buenos Aires, Entre Ríos y Río Grande del Sur) en la concentración de la producción agropecuaria. Las causas de segunda naturaleza se consolidaron como factores clave, con el potencial de mercado consolidándose como el factor predominante a lo largo del tiempo.