Este estudio buscar caracterizar la población dependiente en Uruguay, ya sea debido al envejecimiento o por una discapacidad, a través de la construcción de perfiles de dependencia. Se implementa un modelo de clases latentes para sintetizar la información de múltiples preguntas asociadas a la necesidad de ayuda en las actividades de la vida diaria en base a la Encuesta Longitudinal de Protección Social. Se obtuvieron cuatro clases de dependencia tanto entre mayores de 59 como entre personas con discapacidad menores de 60. En las dos poblaciones se encuentra un grupo de personas sin dependencia; otro grupo de personas que requieren ayuda en un conjunto amplio de actividades, incluyendo siempre a las básicas (comer, usar el baño, vestirse, caminar, levantarse de la cama); y un grupo intermedio que se caracteriza por tener necesidad de ayuda en varias actividades instrumentales y que tal vez requieran apoyo en alguna actividad básica, pero no en comer. Los otros dos grupos son diferentes entre las personas mayores y las personas con discapacidad. En el caso de las personas mayores, el cuarto grupo solo requiere ayuda en realizar las tareas del hogar y en desplazarse fuera del hogar, compuesto exclusivamente por mujeres. En personas con discapacidad se distingue un grupo que está impedidos por un componente más psíquico que físico, que presenta mayores niveles de necesidad de ayuda en comunicarse, socializar y evitar riesgos. Este tipo de agrupaciones aporta al diseño de políticas dado que es probable que el tipo de atención y asistencia que requieren las personas en situación de dependencia esté relacionado con las categorías resultantes del modelo de clases latentes de una forma que complementa los índices que adjudican grados de severidad a dicha dependencia.